El estudio además de analizar en detalle la situación de la Central Hidroeléctrica, entrega recomendaciones y sugerencias para enfrentar los desafíos que implica un proyecto energético como este.
En la constante búsqueda de generar un debate balanceado sobre la presencia de China y sus impactos en América Latina, el Núcleo Milenio ICLAC ha lanzado un nuevo Policy Paper titulado “Central Hidroeléctrica Rucalhue, Región del BioBío”. Este documento se suma al anterior análisis sobre empresas chinas en Chile, profundizando en un caso emblemático que ha captado la atención de la opinión pública.
El estudio se centra en la Central Hidroeléctrica Rucalhue, ubicada en la Región del BioBío, inicialmente operada por la empresa brasileña Atiaia Energía Spa y adquirida en 2018 por Rucalhue Energía Spa, propiedad de China International Water & Electric (CWE), subsidiaria de China Three Gorges Corporation, y los conflictos que ha suscitado la puesta en marcha de este mega proyecto.
Este caso es de especial relevancia por varias razones. En primer lugar, representa el primer proyecto ejecutado por CWE en Chile, abriendo posibilidades para su expansión en la región. Segundo, ha sido señalado en un informe del Colectivo sobre Financiamiento e Inversiones Chinas, Derechos Humanos y Ambiente (CICDHA, 2022) como una iniciativa que ha generado impactos negativos en el medio ambiente, los derechos de los pueblos indígenas y la situación civil y política en la zona.
El análisis detallado del caso destaca el impacto sociocultural generado por el conflicto histórico en la zona de instalación de la central hidroeléctrica. A pesar de contar con respaldo legal a través de una Resolución de Calificación Ambiental (RCA) otorgada en 2016, la empresa china ha enfrentado obstáculos significativos, incluyendo acciones legales y denuncias que han complicado la ejecución del proyecto.
La falta de una adecuada gobernanza medioambiental en las comunas chilenas se revela como la tercera consideración importante. La ley eléctrica chilena concede derechos de propiedad sobre el agua a los propietarios de centrales hidroeléctricas, afectando la sustentabilidad de este recurso.
A pesar de las mejoras realizadas por Rucalhue Energía Spa, que incluyen la reducción del daño medioambiental y una ganancia neta de biodiversidad, el conflicto histórico en torno a la cuenca del río Biobío y la defensa de la cuenca sugieren que las acciones emprendidas podrían aumentar la vulnerabilidad del ecosistema y surgir nuevas incertidumbres en el territorio.
El nuevo Policy Paper de ICLAC sobre la Central Hidroeléctrica Rucalhue invita a reflexionar sobre los desafíos que enfrenta América Latina en el contexto de inversiones extranjeras, subrayando la importancia de una discusión equilibrada y objetiva para abordar los impactos sociales, culturales y medioambientales de proyectos como este.
El documento considera también recomendaciones y sugerencias para abordar estos desafíos, apuntando a trabajar en la gobernanza medioambiental del país mediante un enfoque híbrido, aumentar la participación activa de organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil, creación de programas de educación ambiental para las comunidades locales e indígenas y la inclusión en la política energética nacional de nuevas medidas estratégicas basadas en los últimos estudios de la Comisión Mundial de Represas.
El estudio, escrito por María Elvira Ríos, investigadora adjunta ICLAC; Janny Figueroa Ayala de la Universidad de Concepción; y Andrea Freites, estudiante de doctorado de ICLAC, es de carácter gratuito, abierto y puedes descargarlo aquí.