OPINIÓN: “Chile Week y la vuelta a la presencialidad con China” por Claudia Labarca

La investigadora principal ICLAC, Claudia Labarca, expone en esta columna para el Diario Financiero la importancia de la Chile Week en China y su carácter presencial, sosteniendo que el contacto cara a cara y la confianza a nivel diplomático y empresarial son fundamentales para fortalecer las relaciones con el principal socio comercial e inversor de Chile.

Diario Financiero: Conexión a China / 17 de octubre de 2023


Chile Week y la vuelta a la presencialidad con China

Entre el 14 y el 20 de octubre se realizará una nueva versión de la Misión Comercial de China a la República Popular China, conocida como Chile Week, a las ciudades de Shenzhen, Shanghai, Beijing y Chengdú. La novedad, es que vuelve a ser presencial después de varios años en que, producto de la pandemia, no se pudieron realizar estos viajes hacia nuestro principal socio comercial y creciente inversor en áreas estratégicas de nuestra economía.

La literatura en negocios con China nos indica la importancia de crear, fomentar y mantener la confianza en diversos niveles. Primero, confianza a nivel diplomático, que enmarca las relaciones y las institucionaliza. En nuestro caso, esta confianza se ve cristalizada en un Tratado de Libre Comercio que, desde 2006, ha ido perfeccionando y enmarcando las relaciones económicas entre ambos países. Segundo, a nivel B2B, esto es lazos entre las empresas (como lo que quiere afianzar la iniciativa de Chile Week), marcas y también entre los propios ejecutivos involucrados. Por supuesto, la confianza entre las marcas y productos chilenos y los consumidores. Pero ¿por qué es necesario un evento como este en un mundo globalmente digitalizado? ¿Por qué es necesario una delegación público-privada en China?  

En primer lugar, como reza -más o menos- un proverbio de ese país “una vez visto, vale mil veces oído”, el contacto cara a cara y la interacción con el otro son fundamentales. Más aún cuando las partes se encuentran en las antípodas geográficas, culturales, idiomáticas y de poder geopolítico. Si bien es cierto el creciente intercambio comercial y económico ha aumentado exponencialmente desde el Tratado de Libre Comercio en 2006, las relaciones interpersonales y los imaginarios sobre el otro permanecen muchas veces en el marco del estereotipo o simplemente del desconocimiento. 

Por ello es importante – a pesar de la creciente interacción vía aplicaciones y plataformas chinas- mantener la interacción más personal con el otro, de manera de ir derribando las barreras culturales percibidas que tantos estudios señalan.

Por otro lado, el viaje de la Comitiva presidencial en este contexto – y más allá de las polémicas domésticas al respecto- enfatiza la voluntad de ambos gobiernos en seguir este camino trazado como una relación de Estado, que va más allá de los gobiernos de turno. Este punto, que puede parecer irrelevante cuando se habla de inversión extranjera o fomento al comercio, nunca lo es cuando se entablan relaciones con China.

Aquí la importancia de la presencia de las autoridades del Estado de alto nivel no solo responde a una tradición político social del país con respecto a sus gobernantes en particular y a la autoridad en general, sino que -y a pesar del capitalismo a la usanza china existente- obedece también a la enorme injerencia del Estado chino en su planificación económica local, así como en los socios que escoge para el intercambio económico. La interconexión entre política y economía en China es algo que nuestros gobiernos nunca deben olvidar.  

Publicado originalmente en Diario Financiero

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